
Pasan la lengua por tu cuello, después de probar el tequila.
No pasa nada, es un juego inocente.
El peligro se encarna y te fascina. Tu controlas la situación... Y de pronto, se va. Se va y te quedas vacío...
Ansiedad. Un puñetazo en el estómago.
Pero vuelve, y la deseas más que antes.
Es el whisky. Es el whisky. Es puro deseo de malta.
Es el whisky. Es el whisky. Es puro deseo de malta.
2 comentarios:
Agave para el tequila y el deseo, malta para la cerveza y whisky para después...
Méx-AARD
¿Escribe aquí dios o lo están disimulando?
Me encanta como escribes y tus gustos musicales, haces experimentar siquiera un reducto de lo que sientes, pero es intenso...
Respecto a las mujeres... tienes razón en todo el texto, pero me quedo con: "Pero vuelve, y la deseas más que antes.
Es el whisky. Es el whisky. Es puro deseo de malta."
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