IV

Y mienten, y se divierten, y actúan. Apuestan y pierden para tener que pagarte la demanda... Y los dos sabemos quién es el que pierde de verdad.

Pasan la lengua por tu cuello, después de probar el tequila.

No pasa nada, es un juego inocente.

El peligro se encarna y te fascina. Tu controlas la situación... Y de pronto, se va. Se va y te quedas vacío...

Ansiedad. Un puñetazo en el estómago.

Pero vuelve, y la deseas más que antes.
Es el whisky. Es el whisky. Es puro deseo de malta.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Agave para el tequila y el deseo, malta para la cerveza y whisky para después...
Méx-AARD

Anónimo dijo...

¿Escribe aquí dios o lo están disimulando?
Me encanta como escribes y tus gustos musicales, haces experimentar siquiera un reducto de lo que sientes, pero es intenso...
Respecto a las mujeres... tienes razón en todo el texto, pero me quedo con: "Pero vuelve, y la deseas más que antes.
Es el whisky. Es el whisky. Es puro deseo de malta."