XXIV.- Ahora que eres yunque... Ten paciencia


Es fácil reirse y despreciar los sentimientos de los demás cuando uno no los entiende o comparte. Así, se puede ser cruel sin pretenderlo.
Soy de la opinión que para comprender-lo tenemos que vivir-lo.
Partiendo de la idea de que el mal que hayamos hecho se nos vuelve multiplicado por siete, parece complicado. Sobre todo teniendo en cuenta que si no lo vivimos no lo comprendemos.

Hacemos mal aunque no queramos, porque no lo sabemos hasta que lo sentimos.