XVI.- Fragmento

Sentado en las frías gradas de cemento los observaba reír.
Ladinos.


Se mordió los labios hasta hacerse sangre.

Parpadeó con furia para hacer desaparecer los vestigios de debilidad.

Se apoyó en la pared de la pequeña casita, rodeándose las rodillas con los brazos. Alzó la cabeza y cerró los ojos. Suspiró.

Los niños que fumaban a escondidas, murmuraban a pocos pasos de distancia.
Oteó el patio. El huérfano y el down no estaban por allí. El gordo tampoco.
Cogió el libro y se puso a leer.

XV.- Fragmento. Prosa alejandrina

[Es un estado, verdad?
Como cuando tienes que tener hambre, pero no la sientes.
O cuando bebes mucho té sin azúcar.

Tu cuerpo languidece. Zumba.
Tu mente despierta completamente.
Baila una danza sosegada, tranquila.

Como un sauce que agita las ramas en movimientos cálidos. Mórbidos.

Y entras en tu espacio, tu tranquilidad.
Lejana al cuerpo.
Es el descanso. El único que existe.

Apareces sentada en la roca vacía, está templada, áspera al tacto. Agradable.
El sol de la tarde ya no deslumbra, pero calienta a octubre, que lo mira.
El mar en calma besa la playa.
Tienes los ojos cerrados. Sabes a mar. Hueles a arena. El sol está dentro de tí, cálido.
La ¿Tranquilidad? No, es mucho más, es éxtasis sosegado que viene. Se zambulle.
Perfección inefable. Las palabras son demasiado toscas como para explicarlo.
El tiempo pasa, y no pasa.
Estás, pero no estás.

Despierta.

O no... Se está tan bien aquí...

De pronto, todo palidece, un relámpago de notas musicales lo rompe todo, convirtíendose en un fondo melocotón sobre el que hierve el negro.

Estalla.

Y ves la muerte. La respiras. Saboreas la sangre.

La angustia te ahoga, tiemblas, se te revuelve el estómago y tu cabeza parece a punto de arder. Sientes fiebre.

No...
Se va...
Todo es blanco.

Bienvenidos a las puertas del infierno.]

¿Porqué tengo que saber yo esto?



XIV.- No te chivarás... Si no es en letra impresa


S
angraba tranquilamente por la espalda, mientras sentía un dolor sordo que no manifestaba.

La mirada franca y cansada.

Sujetaba la daga con jefe de gules.

- ¿Y ahora porqué?


La vida encogió el cuello, ladeó la cabeza, y alzó las palmas, sonriendo oblicuamente como un mercader de alfombras.

- Me aburría...


Se acercó, mojó los labios en la herida y sujetándola por la nuca, dibujó blandamente sobre la piel...
- Esta eres tú.

Podemos elegir atarnos a voluntad.
El problema reside en elegir bien...

XIII.- Fragmento

[- Cuando éramos jóvenes, el iba tirando el dinero por la habitación y yo lo iba recogiendo detrás, era su juego...
La sonrisa de la mujer se volvió amplia.
Mirada bovina.

- ¿Un juego de humillación?
Levantando las cejas ligeramente, los ojos cansados destacaban, subrayados por sombras violáceas.
Ese juego ya lo conocía.

- No!
Artificialmente divertida, reía tontamente sin saber qué hacer.

- Sólo un juego...! No comprendes... Vaya, eres demasiado arisca, nada cariñosa...
La observó con condescendencia. La perdonaba.

- Sí, lo sé.
Y desvió la mirada para no delatarse.
]


¿Para mí no es una broma?
Empatía al sufrimiento.
No puedes volver a ser la misma. Nunca.

XII.- A D'Art por el jazz

Salta sobre la cama. Arde. Impaciente y tensa, suspira.
En la semipenumbra los sentidos exigen atenciones.

Se encoge abrazando la almohada, hundiendo la cabeza y respirándose a sí misma.

¿Cuánto tiempo llevo aquí?

Se oye un fondo de jazz latino, alcanza el martini con vodka. La copa helada quema.

Pasa los dedos por su piel, que hierve dócil, sorprendida ante el contraste.

Impaciente y lasciva. Ronronea la Pequeña Muerte.

¿Cuánto tiempo llevo aquí?




XI.- Fragmento

[- Zorra orgullosa, tantos años aprovechándote de mi cartera, y ahora me niegas tus atenciones.
Yo sólo quería... Que me cuidaras... Como yo haría.


No entiendes nada. Eres fea y estúpida. Sólo yo te quiero de verdad, te quiero mucho.

...
Ya sabes qué necesito... Dame un beso... Anda, uno pequeño... Y te compraré un regalo!

- Tiíto, si tocas a mi hermana, te mataré. ]

Máscaras, nos enseñaron a fingir.

X.- Rara avis... Sui generis...

Complicada, hermética, enervante.
Los libros pensantes nos enriquecen, nos hacen viejos.

La lectura es una forma "light" de experimentar vivencias, menos cuando te identificas.
Entonces te absorbe. Eres el personaje. Tus amigos tienen que encajar dentro de tu libro.

Y cuando te encuentras en más libros, te comprendes un poco más.
Se ensancha el horizonte de sensaciones que eres capaz de captar, porque adquieres conceptos nuevos. Porque te has compartido con alguien como tú.

Con los libros, te das. Y si los relegas a la estantería, cuando los retomas continúan impertérritos, ofreciéndote la misma hospitalidad que ayer.

De pasajes pensamientos a personajes personas.

Como la música es a las pasiones.
La confluencia:
[El mundo es un escenario, y todo lo demás es vaudeville. ]


Yo debería de leer más.

IX

Tragando sangre.

Alma envuelta en alambre, encerrada.


Cómo accedo a mí?


La voluptuosidad del todo, engrillada desde hace años, se ha quedado ronca.

El sordo silencio es peor que los antiguos gritos.

VIII

Hace más de ocho años que nadie que no sea de la Orden me ve llorar...

Cúmulos de debilidad y estupidez que escapan a mi
razón afloran de vez en cuando, pero tengo la voluntad suficiente como para matarlos.


Todavía.


Estoy triste. Ese tipo de cansancio que aunque no me haga rendirme, que no puedo, me provoca un estado de irascibilidad molesta, permanente.

Como si no encajara en ningún sitio y quisiera que mis deseos, en forma de pensamientos, fueran órdenes para los demás.

Necesitamos cariño, pero a veces, exigimos demasiado.


VII.- Melones


Cuánto tiempo hace falta para querer a una persona? No hablo de amor para toda la vida, de manos peguntosas y olor de pies, sino de tomar verdadero afecto a alguien.

Hacer amigos nuevos es como ir a comprar melones. Tienes que probar muchos antes de encontrar uno bueno.

Amar es literalmente entregarse. Eso implica compartirnos con la otra persona.

El altruismo es uno de los pilares de la amistad, la confianza otro. Para construir la casa es necesaria la retroalimentación. Sería justo que cada uno nos quisiéramos a cada otro, como cada otro nos quiere a cada uno.

Pero ni así es la vida, ni así se aprende.

No podemos moldear a las personas a placer. O lo son, o no lo son.

Impaciencia. Tiempo. Desconfianza.

El método ensayo-error sigue vigente por algo.

V.- Nekol


La quieres consolar?
La tumbas sobre tí para abrazarla y ella no se resiste y hunde la cabeza en tu hombro.

Sois amigos, es normal. Y tu brazo en su espalda parece encajar de forma natural...

Qué solos estamos... Ámbar gris.

VI

Ya no estamos en la misma caja. ¿Era malvada y manipuladora?

Sin embargo, no se puede evitar la seducción.

Lo hace inconscientemente. Parte de mí se deleita en confundirse.

"Encontrar el punto débil y explotarlo". Son así.

IV

Y mienten, y se divierten, y actúan. Apuestan y pierden para tener que pagarte la demanda... Y los dos sabemos quién es el que pierde de verdad.

Pasan la lengua por tu cuello, después de probar el tequila.

No pasa nada, es un juego inocente.

El peligro se encarna y te fascina. Tu controlas la situación... Y de pronto, se va. Se va y te quedas vacío...

Ansiedad. Un puñetazo en el estómago.

Pero vuelve, y la deseas más que antes.
Es el whisky. Es el whisky. Es puro deseo de malta.

III


<<
No hay que hacerse amiga de la nueva novia de tu ex.
No es natural, es incómodo, poco sincero y plagado de segundas intenciones.
-
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Y sin embargo el juego es taaaan divertido...

La tentación, tan peligrosa. Un licor que degustan tus sentidos, lo lamen con fruición, y se va haciendo cada vez más irresistible... Puteo sibilino.

De esas veces que SABES que ella está haciendo ALGO, pero que no sabrías decir QUÉ. Y no lo puedes ignorar... Porque ella te CONOCE.

Te PROVOCA.

Las mujeres son malas. Mantis. No hay nada más peligroso que una mujer segura de sus armas.

[ Hagas lo que hagas, no la mires a los ojos. ]

II


Llega un momento en tu vida que te das cuenta que todo el mundo es diferente a nos... O bien que los raros son los demás.

En cualquier caso, se parte del mismo punto. Nos sentimos solos porque estamos solos.


Los valores, pasados de moda en un mundo que paladea egoísmo, son el único vestigio que nos queda de la amistad.

Concepto cuasi extinto en su proprio significado.

Cada cual da lo que se merece. Pero nunca nadie dijo que la vida fuera justa.

A fuerza de hachazos se aprende, se crece. Las ampollas se hacen callos. El corazón se hace viejo, y se abriga en alambre de espino.

Y debemos elegir... O ser nosotros, lo que implica una vida de cínico vodevíl... O ser vendidos y remozados al gusto del tiempo.

Quien se entienda es porque ha sufrido. Nadie te ayuda. Como debe ser. Cada cual tiene su camino que recorrer.

Me alegro de saber que tengo personas que morirían por mí. Porque ellos son yo.

Mi orgullo. Mi triunfo. Mis valores. Mis amigos.

I.- Pueblo y Senadores...

Me encuentro actualmente en ese estado en el que uno quiere negar algo, sólo que no sabe qué negar.

Estoy triste, una especie de tristeza altiva mezclada con apatía, y cierta repugnancia hacia el ser humano.

Es como estar en el limbo de las pasiones, en el canto de la moneda.

En estos momentos, se echa de menos ese algo que te hace arder por dentro.

Lo más parecido que encuentro es el odio. Como un veneno que se destila específico para destrozar. Pero que calma los nervios y despierta la mente.

Despierta la mente y desgarra el alma. Desconfianza. Amarga como la bilis. Se me había olvidado a qué sabía.